¿Somos víctimas de las circunstancias?
Existen dos tipos de personas; las que son víctimas de las circunstancias y las que aprovechan las circunstancias, nosotros somos alguna de ellas, de las que causamos que las cosas sucedan y las que sufrimos el efecto de lo que sucede.
Seguramente habrás escuchado de la ley de causa y efecto y que esta establece que todo es consecuencia de algo hecho previamente. Habrás escuchado también que por cada acción hay una reacción o la ley que dice que todo lo que sembramos eso también cosechamos.
Este principio nos es útil para establecer acciones cuando queremos alcanzar un objetivo. Para preparar un platillo vamos a comprar los ingredientes, seguimos los pasos de una receta, ponemos la mezcla en el horno y dejamos que se cocine. Establecemos circunstancias. Sin embargo, también hay mucha gente que puede sentirse como una ficha en la mesa en lugar de un jugador; van reaccionando a todo lo que les acontece y se ven subyugados a hechos externos, establecidos por otros, sin reconocer el poder propio de intervenir y cambiar el efecto.
Lo principal está en reconocer que existe un espacio entre la causa y el efecto (se llama libre albedrío) en el que somos libres de actuar como agentes de nuestro propio destino.
Esto se refiere a todas las circunstancias que reconocemos como un perjuicio o sometimiento, sufrimiento. Si llueve; podemos elegir refugiarnos de la lluvia. O podemos elegir disfrutar de la lluvia. Si alguien nos hace un comentario hiriente, podemos elegir sentirnos ofendidos o no asumir la opinión de esa persona como un juicio válido de valor propio.
Parte de la ilusión del causa y efecto reside en la creencia de que para cada acción existe una única reacción posible. La realidad es que existen innumerables caminos posibles. Así es como surgen la mayoría de los inventos en el mundo; mediante la búsqueda de caminos nuevos ante determinadas circunstancias. En la gastronomía del mundo, todos los platos posibles existentes surgieron de la disponibilidad o escasez de determinados ingredientes. Cada combinación posible según el lugar y las circunstancias dieron origen a diferentes y originales recetas. Lo mismo sucede con todas las circunstancias que comúnmente vemos como determinantes.
Tenemos la opción de tomar el camino mas obvio y evidente, o podemos explorar nuevos terrenos y cambiar el resultado.
Hay quienes pensarán que para determinadas circunstancias no hay muchas opciones o alternativas. Es ahí donde entra en juego la creatividad y la innovación. Debemos nutrirnos de información nueva, cambiar las variables, cambiar nuestro sistemapensante, incluir nuevas dinámicas y cambiar aquello que esta a nuestro alcance para encontrar nuevos posibles caminos. A veces el limitante es el miedo o temor, el riesgo a lo desconocido o lo inesperado.
Las circunstancias pueden ser adversas pero nuestro pensar puede revocarlas. Podemos crear varias salidas, diferentes opciones.
No necesitamos ser víctimas de las circunstancias sino saber sobrevivir a las circunstancias y nos solo sobrevivir a las circunstancias sino triunfar en medio de esas circunstancias.
Veamos las circunstancias como oportunidades y aprovechémonos de ellas.
Artículo recomendado por MyEICU.org
"Algunos se ahogan en las olas y otros disfrutan surfearlas"
Ben Sánchez