Superar el abandono

como no ser víctima

El abandono se siente como tener una raíz arrancada, un vínculo roto por donde antes se nutrían nuestras emociones y nuestra seguridad.

El abandono no solo se produce por una ausencia física. El abandono más común es aquel donde deja de existir una autenticidad emocional, ahí donde aparece el desinterés, la apatía y la frialdad. 

El abandono tiene profundas implicaciones psicológicas que se derivan de una vivencia temprana asociada al abandono suelen ser por lo general, bastante graves. Aunque cada niño afronta los hechos de un modo, es común que quede la huella de un trauma, y los traumas, no los cura el tiempo, sino un adecuado afrontamiento. 

Tres afectaciones comunes son:

  • Sufrir el abandono en la infancia supone muchas veces tener serias dificultades a la hora establecer relaciones estables en la edad adulta. 
  • Aparecen también problemas de codependencia, necesitan aprobación y reconocimiento y, a su vez, llegan a dar demasiado de ellos mismos a los demás sintiendo que más tarde, lo recibido no es igual a lo invertido. 
  • Es habitual también que aparezcan respuestas asociadas a trastornos de ansiedad y depresión, por ejemplo, la necesidad constante de validación externa, el miedo al rechazo y sentimientos de culpabilidad y vergüenza.

Como sanar la herida del abandono

  • Existen diferentes tipos de terapias que ayudan a transformar recuerdos traumáticos de infancia. Estos permiten a la persona liberar la mente, para dar un adecuado alivio emocional. 
  • De la misma manera, los expertos en experiencias traumáticas sugieren la importancia aprender a comunicar necesidades emocionales. Mediante las palabras, las personas heridas podrán conectar con las personas de su entorno que les pueden ayudar y apoyaran.
  • También, trabajar en el fortalecimiento de la autoestima también es fundamental para sanar esta herida. 
  • Podemos añadir que es importante persistir en el desarrollo de la autoconfianza y la confianza en otros. Permitirnos establecer nuevos lazos con otras personas hará que reconozcamos que las heridas por abandono pueden sanarse gracias al amor que vamos recibiendo a lo largo de la vida. Así mismo, nos ayudará a entender que todos los vínculos son transitorios y que siempre podemos conectar afectivamente con los demás.

“El abandono produce futuro auto abandono”

Ben Sánchez