Los especialistas coinciden en asegurar que una herida producida por alguien irascible, tarda por lo menos 6 meses en sanar en muchos casos la molestia persiste por mucho más tiempo

Durante ese lapso, los conflictos tienden a crecer, y si es a nivel familiar, se puede fracturar la relación de los cónyuges y de los padres con sus hijos.

En algún momento de nuestra vida, todos hemos enfrentado la ira. Reaccionamos, tal vez sin pensarlo. Luego descubrimos las terribles consecuencias de nuestra falta de control.

Intentaremos hoy, descubrir la ruta para ser libres de la ira. Antes que nada es necesario saber que las expresiones de ira son, en la mayoría de las ocasiones, solamente una expresión de la condición interna.

“La ira es la expresión de la falta una o más de estas 7 características que deberían de encontrarse en toda persona madura”

Aquí le presento la lista de :

  1. Amor – Es muestra de la falta de amor ya que si ofendemos a nuestro prójimo solo mostramos que no le amamos.
  2. Gozo – Si nos airamos con facilidad es que no estamos viviendo en gozo, sino en frustración.
  3. Paz – Hemos perdido la fe, por lo tanto, la presencia de la angustia nos roba la paz y nuestro estado emocional pierde la estabilidad.
  4. Paciencia – Hemos perdido la paciencia con aquellos de quienes esperamos algo y nos irritamos con facilidad.
  5. Beningnidad – Hemos perdido la perspectiva y hemos antepuesto nuestro bienestar ante el bienestar de los demás. La ausencia de la benignidad nos hace vivir frustrados y perder el balance emocional y la cordura.
  6. Mansedumbre – La mansedumbre es la virtud que modela la ira, dando siempre el beneficio de la duda al otro. También nos permite siempre pensar bien de los demás antes de establecer juicio y demandar castigo sobre ellos.
  7. Templanza – Esta capacidad de mantenerse sereno y ecuánime durante los tiempos de presión, nos permite la moderación y dominio sobre el temperamento.

 

Algunos perfiles de iracundo:

Existen al menos 3 factores que hacen a un iracundo.

  1. La personalidad: Usualmente son los extrovertidos, neuróticos, alta autoestima o narcisismo.
  2. El contexto: Entre mayor responsabilidad, presión, estrés y angustia y ambiente escaso de fe.
  3. La condición espiritual / emocional:  Se siente culpable, cargado, no ha perdonado, ha acumulado angustias, falta de perdón o frustraciones.

Las personas iracundas usualmente se expresan de dos maneras:

  1. La Ira Interna(Cara Amarilla): Son aquellos que no dicen nada y aparentemente no se enojan, sin embargo si lo hacen solo que lo hacen hacia adentro. Esto no necesariamente representa control, y los puede llevar a la violencia pasiva.
  2. La Ira Externa(Cara Roja): Son aquellos que sin límite alguno y con todo libertad echan fuera su ira sin importar a quien lastimen. Estos usualmente terminan viviendo solos y abandonados ya que el círculo de amistades e incluso familiares se les va reduciendo hasta quedar solos.

 

I.- Todos hemos experimentado las consecuencias de no controlar la ira

1.- Problemas con nosotros mismos y con los demás:

  • Sensación de no poder contenernos y después culpa.
  • Herimos a otras personas con nuestras palabras.
  • Levantamos barreras en las relaciones interpersonales.

 “Nuestras reacciones de ira, afectan nuestra espiritualidad y Nuestra espiritualidad afectada producen reacciones de ira”

2.- Tarde o temprano nos complicaremos la vida por nuestras reacciones descontroladas.

“76.2% de los iracundos terminan la vida solos”

II.- Usted y yo podemos vencer la ira

1.- Quien se deja arrastrar por la ira, generalmente no controlan lo que dicen y causan heridas con sus palabras.

 

2.- Quien se deja arrastrar por la ira, levanta barreras en las relaciones interpersonales, comenzando por la familia. Dejarnos arrastrar por la ira, infunde temor, apaga vidas y destruye relaciones.

3.- Quien se deja arrastrar por la ira, es visto como un insensato. En raras ocasiones este es confrontado por temor, pero la mayor parte de las personas que interactúan con el iracundo lo evitan y le consideran insensato e inmaduro.

III.- Aplique a su vida 12 sugerencias prácticas y sencillas para vencer la ira

Ahora que tenemos claro el hecho de que la ira no debe controlarnos, que si lo permitimos dañamos a la familia y a los seres que apreciamos, permítame compartirle 12 sugerencias para controlar sus reacciones:

1.- Evalúe sus reacciones. ¿Admite que la ira lo domina? Entonces, acéptelo: Llegó la hora de cambiar con ayuda de Dios.

2.- Revise qué tipo de pensamientos procesa su cerebro. ¿Algunos de ellos alimentan su ira? Si es así, deséchelos.

3.- Tenga presente que, si en medio de la ira expresa ofensas a su familia o seguidores, difícilmente podrá resolver el asunto de la noche a la mañana. Evite ir más allá.

4.- Deje de pensar que todo el mundo está en su contra o no quieren obedecerle, cada quien tiene sus propias luchas. Abandone pensamientos negativos.

5.- Tenga presente que, si se dispone, usted puede cambiar y dejar de lado la ira que lo lleva a cometer locuras.

6.- Aprenda a expresar sus emociones de una forma más adecuada y equilibrada. Evite la negación, la represión y la proyección de su rabia hacia otros.

7.- Tenga en cuenta que cada vez que se deja dominar por la ira pierde su dignidad y el respeto de los demás.

8.- Reconozca que reaccionar con ira no resuelve los problemas, por el contrario, tiende a agravarlos.

9.- Controle sus pensamientos. Evite agigantar dificultades que sólo anidan en su imaginación.

10.- Para disminuir la impulsividad tenga presente la dignidad del otro, aceptando que, así como tiene defectos, tiene cualidades. De esta forma, aprenderá a relacionarse de otra manera con ese ser que ahora ve desde otra perspectiva.

11.- Si se encuentra ofuscado con alguien o le disguste algo que esa persona diga, cuente hasta diez antes de intervenir en la conversación. Otro ejercicio útil para controlar la ira consiste en respirar profundo varias veces.

 

 

Carta de un Iracundo

“Mi carácter impulsivo me hacía estallar en cólera a la menor provocación, La mayor parte de las veces, después de uno de estos incidentes, me sentía avergonzado y me esforzaba en consolar a quien había ofendido, herido y dañado.

Un día alguien apareció en mi camino, me escuchó dando mis acostumbradas (válidas solo para mi) tras una explosión de ira. Me paró, y me entregó un papel liso, y entonces me dijo con autoridad y aserción, “¡Estrújalo”

Sin salir de mi asombro, pero sintiendo una profunda simpatía por la afabilidad de su rostro, obedecí e hice una bola con el papel que me había ofrecido.

Lego me dijo “ahora intenta dejar el papel como yo te o di, liso y sin arrugas”

Como ya debes de suponer, no pude dejarlo como estaba. Por más que intenté, el papel ya estaba estropeado y lleno de arrugas.

Entonces Él me dijo: “El corazón de cada persona es como ese papel. La impresión que dejas en ese corazón que lastimaste, será tan difícil de borrar como las arrugas en ese papel.

Aunque intentar de borrar las arrugas en ese papel es tan lícito como lo es el pedir perdón, ese corazón ya queda de alguna manera marcado.

Por impulso o inconciencia no nos controlamos y arrojamos de forma visceral, como víbora lanzando su veneno, palabras llenas de odio y rencor. Luego, cuando pensamos en ello y a nuestra alma acude el recuerdo de nuestro acto, nos arrepentimos de nuestro acto.

Pero no podemos dar marcha atrás, no podemos desandar lo andado, borrar lo que ya quedó grabado. Lo peor de todo, es que inconscientemente, pero no libres de responsabilidad, vamos dejando arrugas en muchos corazones a los que solo deberíamos de amar.

Así que, desde hoy, cuando sientas deseos de estallar. Recuerda en forma de imagen y con un sentimiento de amor al papel arrugado.

“Somos esclavos de nuestras palabras, y dueños de nuestros silencios”

Es probable que por mucho tiempo se haya dejado arrastrar por la ira, pero llegó el día de poner alto a la situación.

Podrá vencer sobre esa emoción descontrolada. Pida ayuda a Dios. Él le da la fortaleza y la capacidad necesarias para lograrlo.

Tenga presente que los comportamientos agresivos y hostiles no solo lesionan a quien recibe esa descarga negativa sino a su protagonista.

Van en contra de la esencia del ser, ya que somos creados por Dios para experimentar una vida plena.

La ira sí se puede controlar. El primer paso para hacerlo, es depender de Dios.

Dr. Benjamín Sánchez