embotamiento afectivo

Entendiendo el embotamiento afectivo.

Para lograr buenas relaciones es necesario comprender el comportamiento humano. Quien no ríe, no siempre está triste, quien no expresa emoción no siempre es un desinteresado. Esta persona, posiblemente padece de embotamiento afectivo.

¿Qué es el embotamiento afectivo? El embotamiento afectivo, también llamado aplanamiento afectivo o afectividad embotada, se refiere a la incapacidad de un sujeto para experimentar emociones ante situaciones que, por su naturaleza, deberían generar una respuesta de tipo emocional en la persona. Es decir, el sujeto se sentiría indiferente ante un estímulo que en otras circunstancias debería generar una emoción muy concreta.

¿Cómo se expresa? El embotamiento afectivo es precisamente esa indiferencia, esa falta de respuesta emocional ante escenarios que deberían provocar directamente una reacción traducida, por ejemplo, en una intensa alegría o una gran tristeza, dependiendo del caso. Por el contrario, la persona, sencillamente, no reacciona a nivel emocional, por lo que se mantiene impasible en ese sentido.

Las emociones nos acompañan en nuestro día a día, las sentimos constantemente. Son una manifestación psicofisiológica de un estado mental concreto, y generalmente cualquier persona es capaz de reconocerlas, salvo algunas excepciones, como son algunas patologías. Igualmente, todos los individuos las experimentamos de manera natural.

Pero es ahí donde entra el embotamiento afectivo, como un fenómeno psicológico que puede paralizar esta capacidad temporalmente y hacer que la persona no tenga esa correspondencia emocional que se espera ante determinados eventos, que tienen un significado para el sujeto, en un sentido o en otro.

El embotamiento afectivo afecta todas las emociones, pues no hay distinción entre aquellas de carácter positivo, como es la alegría, y las de carácter negativo, como pueden ser el enfado o la tristeza.

Hay que tener en cuenta que este fenómeno no siempre ocurre de forma total, sino que en lugar de eliminar por completo la respuesta emocional, lo que puede hacer es suavizarla en un determinado grado, que puede ir desde una pequeña reducción de la respuesta hasta la casi inexpresividad emocional, o bien le falta total de reacción a nivel emocional ante el estímulo en cuestión.

Existen algunas psicopatologías asociadas esta alteración y usualmente son:

1.- La esquizofrenia

Un estudio sugiere la posibilidad de que el embotamiento afectivo en los pacientes de esquizofrenia afecte únicamente a la expresividad de la emoción en sí, pero no al sentimiento subyacente.

2. La depresión

En este caso, es importante tener en cuenta que no se trata de un síntoma de la propia enfermedad, sino un efecto secundario de algunos tratamientos farmacológicos como los antidepresivos y antipsicóticos.

3. El trastorno de estrés postraumático

Esta condición genera en los pacientes diferentes síntomas, y uno de ellos es precisamente la dificultad para expresar emociones.

Para lograr relaciones saludables es importante entender este tipo de deficiencias, ya que pudiéramos estar tratando o conviviendo con una persona con este padecimiento y de no entenderlo, pensar que no está interesado en la relación.

“La falta de expresión de las emociones no siempre es falta de emociones”

Ben Sánchez