“Quien se atreve a correr riesgos, su fe demuestra”

Ben Sánchez

El miedo al fracaso es un miedo extremo e irracional a fracasar o a cometer errores. Si tienes este tipo de miedo, pudieras reaccionar de dos maneras ante la posibilidad de fracasar:

• Respondiendo con evitación. Evitando o huyendo de todas las situaciones que estén ligadas a tener que hacer actividades importantes en las que se pueda producir el fracaso.
• Esta persona se angustiará, bloqueará y para gestionar su angustia ante el posible fracaso tratará de huir de la situación y no hacer esta presentación extra.
• Respondiendo con sobrecompensación. Si eres my autoexigente, con una actitud de sobreesfuerzo para evitar el fracaso, aunque suponga tener que dejar de hacer otras cosas importantes de otros ámbitos de la vida.Las personas con alta autoexigencia siempre quieren dar lo mejor de sí mismas, entrando en la hiperexigencia que supone sobrepasar los propios límites teniendo que dejar de lado la salud u otras necesidades, posiblemente trabajando hasta altas horas de la noche sin descansar lo necesario.Esto los llevará a que experimenten mayores niveles de ansiedad, estrés y frustración.

¿A qué se debe el miedo al fracaso?

El miedo al fracaso está relacionado con una mala valoración que hacemos de la realidad. Una persona que piensa que siempre va a fracasar no está siendo objetiva.

Consecuencias del miedo al fracaso

• Malestar con uno mismo y baja autoestima.
  Siempre pensaremos que no somos capaces de hacer según que cosas y sentiremos que somos menos válidos que los demás.

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• Ansiedad.
  El miedo genera ansiedad y los síntomas más comunes de la ansiedad son: pensamientos de que va a ocurrir algo malo, aumento del pulso cardíaco, sudores, temblores, hormigueos en las extremidades, dolor de cabeza, pinchazos en el pecho, sensación de mareo y/o sensación de que falta el aire.
• Ataques de pánico.
  Ligado a lo anterior, cuando la ansiedad llega a su punto máximo se pueden producir ataques de pánico.
• Bloqueo cognitivo
  Un bloqueo cognitivo sería quedarse en blanco y no saber qué decir en una presentación o cómo comportarse al conocer una persona nueva.
• No conseguir los objetivos de la vida.
  Está claro que si huimos constantemente de las situaciones no vamos a poder llegar a cumplir nuestros objetivos porque no daremos pie a que se cumplan. En el caso de la alta autoexigencia tampoco podremos lograrlos porque la ansiedad por ser perfectos nos limitará y nos hará fracasar.

Todas estas consecuencias afectan a la vida laboral, académica, social, personal, familiar, etc. y contribuyen a que no podamos cumplir nuestros objetivos vitales, ya sea en el ámbito profesional, personal o social.