Personas que debes alejar para ser feliz

pedir prestado

"Quien se valora a sí mismo tendrá la capacidad de desapegarse de quienes no lo hacen" Ben Sánchez

Veamos cuáles son los diferentes tipos de personas que existen y por qué es aconsejable tomar distancia de ellas, antes de que puedan causarnos algún daño.

  1. El  aprovechado

Existen varios tipos de aprovechados, pero vamos a hacer énfasis en los dos más comunes: los manipuladores y los que quieren dar lástima.

Los primeros son aquellos que se benefician de su estatus social, habilidades o cualquier cualidad para hacerte sentir inferior o dependiente. Adoptan una actitud dominante para conseguir que cumplas todos sus deseos, aunque no quieras.

Por otro lado, son también personas tóxicas quienes quieren dar lástima. Lo que buscan es despertar toda tu empatía para que te impliques en sus problemas o te sientas obligado a apoyarles.

Por supuesto, es razonable ayudar a un amigo en un momento difícil, pero la cuestión es ya diferente cuando esto se convierte en un compromiso constante.

2. El que no asume su responsabilidad

Una persona incapaz de reconocer sus errores, que deposita la culpa y las responsabilidades en los demás, es alguien que llega a influir de forma negativa en su entorno.

No solo transmite tales actitudes, sino que en algún momento convierte a los otros en sus víctimas. Detectar tales comportamientos resulta fundamental para evitar caer en el chantaje o asumir cargas innecesarias.

3. Al que no le caes bien

A pesar de que en la práctica es casi imposible gustarle a toda la gente, hay quienes nos juzgan y rechazan sin apenas conocernos. A este tipo de personas tóxicas les molesta nuestra simple presencia.

Por ello, los esfuerzos por caerles bien resultarán inútiles en cualquier caso. Antes que desgastarnos por esta situación, centrémonos en nuestro círculo real de amistades y seres queridos.

4. El que no sale de su zona de confort

Estas personas le temen a todo y buscan que tú también sientas miedo de vivir experiencias distintas a lo cotidiano.

No obstante, que alguien decida funcionar de ese modo no justifica que los demás se vean coaccionados a imitarle o a copiar su ejemplo. Las inquietudes que cada uno tiene seguirán su curso al margen de lo que otros hagan.

5. El que señala tus defectos es una de las peores personas tóxicas

Todos tenemos defectos y conocerlos es un buen estímulo para superarlos y mejorar. No obstante, no es lo mismo recibir una crítica de manera constructiva que tener que aceptar comentarios hostiles y basados en nuestras debilidades.

En la primera situación es posible el aprendizaje, el crecimiento personal, pero en la segunda la autoestima se verá deteriorada y las posibilidades de cambio quedarán anuladas.

6. El que te llena de dudas

En ciertas ocasiones, resulta útil que alguien nos ayude a percibir los riesgos de las decisiones que tomamos o de las situaciones a las que nos exponemos. Sin embargo, esa clase de avisos es distinta al modelo de respuesta que magnifica las dudas y obstaculiza los deseos de otros.

Es decir, puede que encontremos gente que asume su vida con miedo, que se mantiene en su rutina y que quiere que los demás también sean así. Por esta razón, se dedica a sabotear los proyectos ajenos, sembrando la inseguridad y el pesimismo.

7. El perezoso

Se suele decir que la pereza es una «enfermedad» contagiosa, y esto parece ser cierto. En ocasiones, la motivación con la que funcionamos día a día puede verse resentida por el halo que dejan aquellas personas quejicas y que todo el tiempo prolongan sus planes y propósitos.

De hecho, estudios como el desarrollado por el Departamento de Psicología de la Universidad de Pekín refieren que las emociones de los otros llegan a transmitirse a su entorno y a influir en el estado de ánimo de quienes les rodean.