¿Cómo ser emocionalmente fuerte?
Ser emocionalmente fuerte significa tener la capacidad de resistir, de encarar dificultades, ser resolutivo, asumir desafíos, tener una mente flexible y capaz de reinventarse.
Para disfrutar de una mejor calidad de vida, es necesario desarrollar la fortaleza emocional, ya que esta nos permitirá sobrevivir a las circunstancias difíciles e incluso beneficiarnos de ellas.
“Fuerte es quien conquista a los demás pero poderoso el que se conquista a sí mismo” Lao-Tse
El desarrollo o crecimiento personal te permite adquirir une mejor perspectiva de sí mismo y del mundo que nos rodea.
Así, la fortaleza emocional nos data de recursos psicológicos adecuados con los que hacer frente a cualquier reto. Para que esto ocurra, para ser emocionalmente más fuertes, necesitamos tomar conciencia de lo que deseamos ser y de lo que queremos y no queremos en nuestras vidas.
1. La autoconciencia:
Al igual que dedicamos una parte de nuestros días a hacer deporte, a leer o ver la televisión, sería muy recomendable que además, nos “regalásemos” un intervalo de tiempo para reflexionar, para practicar la autoconciencia.
2. Aceptar las emociones negativas entendiendo que aceptación no es sinónimo de rendición.
3. Reinterpretar los obstáculos.
Entendiendo ahora que no son muros, son desafíos. Nos puede funcionar darle un sentido distinto a los obstáculos.
Hablar de ellos, con nosotros y con los demás como si fueran retos y no puertas sin salida o amenazas.
4. En lugar de atención ajena, reclama respeto.
Muchos buscan atención pero lo que necesitamos no es atención, es respeto, el mismo que ofreceremos a los demás para que de este modo, todos avancemos siendo libres, personas realizadas que no necesitan que otros les digan qué hacer o cómo mostrarse.
5. Aceptar el cambio como parte de la vida.
Algo que caracteriza a las personas fuertes emocionalmente es el entusiasmo. La personalidad entusiasta tiene una fuerza en su interior que le anima a superarse, a encontrar nuevos desafíos con los que crecer, a hallar ese impulso con el que dejar atrás los entornos tóxicos, las personas que no aportan y hacen daño.
El cambio forma parte de la vida, y lo que se estanca, lo que se queda quieto y atrapado, acaba estropeándose, acaba perdiendo ese maravilloso entusiasmo... Recordemos por tanto el valor del cambio y la propia necesidad de renovarnos cada poco tiempo para ser más fuertes en todos los sentidos.
6. Aprender a dar gracias.
Puede que a simple vista nos parezca algo ingenuo o incluso poco científico, pero en realidad el acto de dar gracias cada día por lo logrado, por lo que uno tiene, por lo que uno es y le rodea, es en realidad un ejercicio altamente saludable.
7. Hacer hoy lo que deseas posponer.
Ser emocionalmente más fuertes implica también ser capaces de luchar por aquello que deseamos aún con miedos, e inseguridades, sin tener que aplazar para mañana las necesidades que tenemos hoy. Aunemos confianza, autoestima, determinación y unas gotas de coraje para escalar los peldaños hacia nuestro propósito, para defender las propias necesidades, dejar una huella profunda y cumplir nuestra misión de vida y vivir una vida plena