¿Me hace daño ser muy amable?

“La amabilidad no es enfermedad a menos que nos hiera a nosotros” 

“El cielo no se compra con servicio, se sirve por agradecimiento”

La palabra amable es una de las más comunes y conocida por todos, pero tal vez no analizada con suficiente profundidad. Personalmente me identifico mucho con este tema, ya que siempre leo consideré parte de mi personalidad. Tuve problemas para decir no. Dije sí en muchas ocasiones en un momento de emoción o necesidad de aceptación y me arrepentí en numerosas ocasiones. Después de la promesa, llegó la hora de cumplir acompañada de arrepentimiento. En algunas cumplí solo por cumplir mi palabra que salió sin pensarlo mucho, en otras no pude cumplir ya que tenía más promesas que horas en el día. 

La verdad es que al final del día no sé si sentía satisfacción por haber ayudado o carga y remordimiento por haberme robado.

Hoy trataremos este tan necesario tema, ya que es bastante común y puede estar causando estragos en nuestra vida, pero primero:

¿Qué es ser amable?

En pocas palabras, ser amable es tener una personalidad fácil de amar. Pudiéramos decir que contamos con características, comportamientos o actitudes que le son agradables a los demás y por lo mismo

Muchos de los psicólogos estarán de acuerdo conmigo en que muchos de los pacientes que reciben se quejan detener muchos problemas por ser demasiado amables.

La personalidad afable

A esto podríamos llamarle una personalidad afable en la que vemos una persona muy buena, muy trabajadora y muy servicial. Usualmente con tendencia a evitar el conflicto y a buscar y promover la armonía social. Usualmente tienen dificultad para decir que no y tienden a cumplir con muchísima gente. Esto parecería ser totalmente aceptable. La complicación viene cuando al comprometerse a cumplir con mucha gente dejan de cumplir con ellos mismos.

Esta personalidad de servicio se va formando en muchos casos desde la infancia. Personas que se desviven por otros y se olvidan de sí mismos. Ayudan a otros a tener éxito y ellos mismos se truncan el suyo.

Las desventajas de la amabilidad

  • Las personas interpretan la amabilidad como debilidad
  • Usualmente las personas tienden a perder el respeto por quienes son demasiado amables
  • También hace parecer una necesidad de agradar o de ser aceptado
  • Debilita la claridad de las estructuras jerárquicas
  • Mucha gente se aprovecha de los amables

“La amabilidad no es enemiga de la claridad y de la firmeza” Ben Sánchez

Posibles razones de la amabilidad extrema

  • Necesidad de aceptación propia y de los demás
  • Auto-castigo
  • Sublimación que es la búsqueda de una valoración positiva de la sociedad.
  • Pensamientos culpógenos

Hasta dónde ser amable:

  • Aunque no estés de acuerdo con ellos, respetar su punto de vista
  • Ayudar cuando el ayudar no resulte en tu descuido y abandono
  • Ser cordial y bondadoso incluyéndonos a nosotros

Concluyo diciendo que es bueno ser amable con medida, que hemos de dejar amabilidad para con nosotros mismos también.