Si aun me duele ¿debo perdonar?

Cuando experimentes una traición, un abuso de confianza que traspasa nuestros derechos o hiere nuestros sentimientos o cuando somos heridos con palabras o con hechos, nos sentimos ofendidos y contrariados en contra de quien consideramos el ofensor o transgresor.

Esas circunstancias requieren de un arreglo para tener paz social y personal. Para lograr esto es necesario respetar los límites que pertenecen a cada individuo.

Sabiendo que nuestro derecho llega hasta donde inicia el del otro hemos de entender que cuando este es violado se genera fricción con el violador en ocasiones hasta el extremo de llegar a un juicio legal. Cuando somos ofendidos o nuestros derechos han sido violentados, contamos con 4 opciones:

  1. Entablar demanda legal
  2. Perdonar a nuestro adversario
  3. Conciliarnos con él
  4. Reconciliarnos

Cada uno de estos tienes sus ventajas y desventajas

1.- Entablar demanda legal: Si el caso es grave y amerita un juicio es posible que lo perdamos y no estemos conscientes de este riesgo ya que nuestra decisión no necesariamente es objetiva. Si perdemos la causa en corte casi automáticamente perdemos también las demás opciones.

2.- Perdonar: Existen dos clases de perdón:

  • El perdón Verbal que consiste en hablar con la persona y decirle “Siento mucho lo que sucedió, estoy en la mejor disposición de perdonarte” Sigamos adelante con nuestra relación.
  • El perdón Tácito Si no es posible habar con tu adversario, pero existe la intención de que las cosas se arreglen, puedes asumir una actitud benévola de manera que él se sienta perdonado, aunque no se lo digas verbalmente.

3.- La conciliación:  En algunos países existen oficinas de conciliación y arbitraje que son un juzgado de jurisdicción voluntaria para casos de litigio civil. En otras palabras, esta opción el ofendido puede invitar al ofensor a estar ante una persona neutra y objetiva para que les ayude a ver sus posiciones desde otra perspectiva y puedan resolver sus conflictos.

4.- La reconciliación: Para esta, es necesaria primero la declaración de perdón, ya sea este absoluto o condicionado. De ahí en adelante se podrá avanzar hacia la reconciliación o sea a la restauración normal de la relación.

Note que es posible el perdón sin la reconciliación. Esto se da en los casos en los que el ofensor no decide hacer cambios. Entonces se le perdona, pero no se reconcilia.

Hay muchos casos en los que la reconciliación no es posible o no es prudente como en el caso de divorcio. En este caso el perdón es suficiente.