Abuso verbal… pan de cada día

 

Un alto porcentaje de las parejas viven un ambiente de abuso verbal, de hecho muchos llegan a considerarlo normal.

El abuso verbal está fundado en la falta de respeto por sí mismo y por la otra persona, tiene consecuencias graves, es escalable y casi en todas las ocasiones lleva al abuso físico.

Frases como “Tu no sabes nada” ” Ya vas a empezar con tus tonterías” “Eres una tonta o un tonto” etc. son el pan de cada día de muchas parejas, peor aún, en las relaciones de padres e hijos.

Muchos llegan a formar una familia pensando que estos comportamientos son normales sin tomar en cuenta que “el Abuso Verbal es como una golpiza que no deja moretones”… por lo menos no físicos.

Este no se puede evidenciar con señas físicas, pero causa profundos daños psicológicos; uno de ellos es que mina la autoestima y genera dependencia.

El abuso verbal es violencia, ya que esta implica además de fuerza física, fuerza moral para imponer o coartar, manipular, imponer, controlar u obligar.

 

Cómo nos damos cuenta cuando alguien está abusando verbalmente?

Usualmente estas personas se niegan a escuchar las opiniones de los demás considerando siempre las suyas como las correctas.

Despersonalizan a los demás con expresiones como “sin mí no vales nada”, además con frecuencia les restan importancia a las preocupaciones de la pareja o hijos juzgándolas como necedades.

Otra manera de identificar el abuso Verbal es cuando escuchamos a la persona criticar constantemente las acciones de su pareja o hijos.

Una de las maneras más notorias es que el abusador verbal eleva el tono de voz y manifiesta ataques de ira con la intención de amedrentar y subyugar.

 

Qué hacer cuando estamos en una relación ante un abusador?

Identificar en sí mismo que le tiene atado a esa persona o a esa condición. Algunos razones pudieran ser; sentimientos de culpa o deuda, inseguridad personal, baja estima o dependencia económica.

 

Todos fuimos creados para vivir una vida digna.

Usted debe hacer algo para detener el abuso verbal, dejar de ser una víctima y vivir una vida plena.

Debe de tomar valor, adquirir argumentos y confrontar sabiamente al abusador.

Si no lo puede hacer sola, busque a un pastor, a un consejero que le ayude a salir de esa condición nociva.

El abuso verbal es un problema emocional difícil, arraigado en modelos observados desde la infancia, pero hay esperanza si el abusador está dispuesto a buscar ayuda.

Decida disfrutar de una vida con Plenitud Total!

 

Benjamín Sánchez