El desánimo y la desilusión son emociones debilitadoras que roban energía y retardan o impiden tu camino al éxito. Todos en un momento u otro las hemos experimentado.

La desilusión es la emoción que experimentamos cuando las cosas no resultan como las esperamos.

El desánimo es la emoción que experimentamos cuando nos desilusionamos y no lo procesamos.

“Cuando la desilusión se arraiga en tu alma aparece el desánimo y el desánimo te lleva a la depresión”

5 pasos que podemos dar para evitar que el desánimo nos invada:

1.- Se honesto

Identifica y acepta lo que sientes. No ayuda para nada el negar que estás desanimado, pero hazlo solo por un período corto y después a dar los pasos necesarios para contrarrestar esa emoción negativa.

“La aceptación de lo que sucede es el primer paso para sobrellevar las consecuencias de cualquier infortunio”

2.- Cuida tu cuerpo

Si tu cuerpo no está saludable, esto contribuirá a las bajas de energía y tu mente y tus emociones serán afectadas negativamente.

“El cuidado de la salud es indispensable, de otra manera la salud mental y emocional son insostenibles”

3.- Cuida tus pensamientos

Todos nosotros dialogamos con nosotros mismos y cuando estamos desanimados tendemos a pensar, enfatizar y magnificar lo negativo.

“Nos hacemos adictos a nuestros pensamientos, no podremos cambiar nada si no cambiamos nuestros pensamientos”

Es muy buena idea mantener tu dialogo interno netamente objetivo y positivo.

“Cuando tus pensamientos cambian, tus emociones sanan”

4.- Entrénate para ver el lado bueno de las cosas siempre

Al principio es difícil, pero cada que te suceda algo intenta pensar que pudo haber sido mucho peor y agradece porque no fue así.

Te será de mucha ayuda recordar todas las situaciones anteriores que has salido triunfante de ellas.

“Una vez que ves el lado bueno de las cosas llegan cosas buenas”

5.- No olvides que no estás solo

Siempre recurre a los amigos, expresa cómo te sientes y pídeles que te digan cómo ven tu situación desde su perspectiva. Te darás cuenta que no es tan sombría como tú lo percibes.

Además, no olvides pedir a Dios ayuda… siempre funciona.

¡Aún en la peor de las situaciones es posible permanecer positivo!

Dijo un solitario positivo:

“No estoy solo porque la soledad está conmigo”

Yo digo:

“No estoy solo porque Dios está conmigo”