¿Cómo evitar discusiones innecesarias?

“El volumen de las discusiones expone la falta de autocontrol” Ben Sánchez

La capacidad de disfrutar la vida depende de la capacidad de restarle importancia a las pequeñas batallas.

Evitando las discusiones innecesarias

Los desacuerdos suelen ser las raíces de las discusiones. Hemos de desarrollar la capacidad de estar en desacuerdo sin tener que discutir. Hoy les comparto estas breves pautas para evitar discusiones innecesarias.

  • Escucha más y habla menos. Sé más un maestro que un pendenciero.
  • En lugar de ponerte defensivo, acepta que la otra persona tal vez no tiene recursos para pensar diferente.
  • No asumas que lo que para ti es obvio, es obvio para todos… No siempre fue obvio para ti.
  • Ir en contra de las creencias de otra persona, usualmente es considerado como un ataque personal. Excúsalos por estar equivocados.
  • No olvides que no siempre tienes que tener la razón.
  • Escucha más y habla menos. Sé más un maestro que un pendenciero.

Escuchar es mucho más difícil que hablar, de hecho, consideramos que escuchar de alguna manera nos hace vulnerables o que denota que nos faltan argumentos. La verdad es que una vez que la persona ha hablado y dicho lo que cree bajará la guardia y estará dispuesto a aceptar nuestro punto de vista.

  • En lugar de ponerte defensivo, acepta que la otra persona tal vez no tiene recursos para pensar diferente.

Tenemos la tendencia a ponernos defensivos ya que pensamos que el perder un argumento perdemos autoridad, sin embargo, el aceptar un error o que no tenemos la razón, es muestra de humildad, de carácter y lejos de hacernos perder autoridad, nos gana respeto. Por otro lado, recuerda que la otra persona tal vez nunca tuvo la oportunidad de aprender lo que tú has aprendido de antemano, y esta es tu oportunidad de enseñárselo e una manera no confrontacional.

  • No asumas que lo que para ti es obvio, es obvio para todos… No siempre fue obvio para ti.

Lo que hemos aprendido vivido llega a convertirse en común y obvio, pero no todos han tenido las mismas oportunidades, vivido en la misma cultura, aprendido o vivido las mismas experiencias.

No porque a ti te parece obvio, les parecerá obvio a ellos. En estos casos lo que nos llega a molestar es la aparente ignorancia del otro. No olvides, que en algún momento nosotros también lo ignorábamos.

  • Ir en contra de las creencias de otra persona, usualmente es considerado como un ataque personal. Excúsalos de antemano por estar equivocados.

Dicen que si deseas mantener una amistad verdadera y de respeto, evita hablar de religión o de política. Lo cierto es que si hemos aprendido el arte de estar en desacuerdo en paz y aprendido el respeto en el desacuerdo sí lo podemos hacer. Nunca estés en desacuerdo con la persona, está en desacuerdo con lo que cree. No uses frases como “No, tú no sabes”, o “Estoy en desacuerdo contigo” Sino remplázalas por “Lo que yo sé es diferente” o “Y pienso diferente” o “Estoy en desacuerdo con lo que tú crees” Esto, en lugar de ser percibido como un ataque personal, es un ataque a una creencia o convicción, evitando una confrontación innecesaria.

Si la discusión vale la pena y es necesario hacerle cambiar de opinión, siempre inicia diciendo algo como “Entiendo que tu punto de vista sea diferente” o “todos tenemos derecho a pensar diferente” o “no es malo estar equivocado, sino permanecer equivocado” Estas frases preparan a la persona para aceptar que pueden estar equivocados y a la vez bajar la defensa y aceptar una opinión diferente, ya que de antemano los hemos preparado para eso.

  • No olvides que no siempre tienes que tener la razón.

No todas las batallas las tenemos que pelear, mucho menos ganar. Hemos de aceptar que, así como nosotros estamos convencidos de tener la razón los otros también lo están.

Dr. Ben Sánchez