8 Hábitos Poderosamente Productivos

“El hombre que mejor se organiza produce más” Ben Sánchez

“El que mejor se enfoca lo logrará más pronto” Ben Sánchez

La repetición diaria de las mismas actividades mecanizadas que llevamos dentro, nos convierten en personas supremamente aburridas, despreocupadas, conformistas e infelices.

Las personas tendemos a perder la conciencia de la manera en que estamos llevado nuestras vidas, por aceptar rutinas que al poco dejan de parecer interesantes y motivadoras.

Hoy compartirte 8 hábitos que personalmente he aplicado hace mucho tiempo en mi vida, y me ayudan a recuperar la conciencia de lo que hago y a preguntarme en todo momento: «¿Es realmente esto lo que quiero para mí?».

Los hábitos:

1. Prepara Tu Día La Noche Anterior

Este es un hábito que he adoptado preparándome mentalmente y evitando sorpresas y complicaciones de último momento. 

Tener planeado tu día con anterioridad y tomarte el tiempo de analizar si las actividades que vas a llevar a cabo realmente contribuyen con el logro de tus sueños y la vida que quieres vivir, es algo que nos permite eliminar muchísimas cosas que antes hacía sin pensar y que realmente no aportaban nada positivo a mi calidad  o proyecto de vida.

2. Consulta tus redes sociales sólo las veces necesarias y con propósito

Las redes sociales se ha convertido en un gran enemigo de las personas comunes en su productividad.

A no ser que utilices estos medios como una herramienta de trabajo y realmente te generen ingresos (como en mi caso), no hay razón válida para estar más de una vez al día pendiente de estas redes sociales que sinceramente te pueden desenfocar y consumir muchísimo tiempo para el trabajo que tus objetivos requieren.

Si tus familiares o amigos necesitan saber de ti, imagino que con una vez al día que te reportes, podrá ser suficiente… Sobre todo si son personas que te aman y entienden que el tiempo lo dedicas al logro de tus sueños, más que a estas distracciones.

3. Aprende a ser anticipado

Este es uno de mis hábitos favoritos porque me brinda conciencia, disciplina y cumplimiento en todo lo que voy a hacer cada día; aparte de que contribuye mucho a la relajación, porque cuando las cosas se dejan para «última hora», el estrés y la desesperación se hacen inevitable, lo cual no es para nada positivo.

Si tienes planeado algo para una hora, un día o una semana en específico, procura organizar todo antes de tiempo, para llevar eso a cabo.

4. Enfócate en una sola cosa a la vez

No hay nada más efectivo para la productividad y el cumplimiento de una actividad, que tener el enfoque puesto en una sola cosa a la vez.

Estar haciendo varias cosas a la vez, te vuelve lento para terminar cada una de ellas, y te distrae para pasar de la una a la otra y estar pensando en lo que sigue próximamente para todas. No solo eso, sino que está comprobado que la calidad del trabajo hecho desciende dramáticamente.

5. Adecua tu entorno antes de empezar con la actividad propuesta

Este hábito va de la mano con el deser anticipado.

La productividad dependerá en gran manera de las cosas externas que te afecten a la hora de realizar una actividad.

Si vas a realizar, por ejemplo, un ensayo para tu escuela o una reporte para tu trabajo o empresa, y al mismo tiempo estás escuchando música, estás hablando con tus amigos en Facebook, y estás cocinando la cena… Te aseguro que no acabarás pronto, o que no lo harás bien.

6. Durante el día cuestiona tu enfoque

Y con el mismo objetivo de romper las rutinas destructivas en nuestra vida, este hábito apela a la conciencia y al continuo cuestionamiento de eso que estás haciendo.

Se trata de preguntas simples como: ¿Qué es lo más importante para mi propósito que puedo estar haciendo ahora?, ¿Es esto urgente/importante, alguna de las dos o ninguna, y cómo puedo organizarlas por prioridad? ¿Es aceptable el tiempo que voy a tardar en esta actividad?.

7. Permite que tus horarios de comida sean tiempo de relajación

Aprovecha los momentos en que vayas a comer para disfrutar de tu propia compañía y hasta de la de tu familia.

Permite que el tiempo en que estás comiendo sea uno libre de preocupaciones, de estrés, de pensamiento excesivo por lo que tienes que hacer, o de charlas que puedes dejar para después con amigos o compañeros.

Tener el hábito de respetar un tiempo para ti mismo cada día, te hará más feliz e unirá los lazos contigo mismo para una autoestima indestructible y posteriormente más productividad y motivación.

8. Aplica la ley de Pareto a tu vida

Dedica sólo el 20% de tu tiempo y energía a pensar en tus problemas, y el otro 80% a probar soluciones, y no al revés.

Aplica esto mismo a todo en tu vida. Sólo dedica un 20% en pensar, y el otro 80% en actuar.

Finalmente, lo importante -como debiste notarlo- es tener conciencia… Y esto no es tanto para ser productivo, sino para dedicar nuestro tiempo y energía a lo que realmente importa.